A diferencia de otras disciplinas donde la atención esta dirigida al exterior ( anotar goles, hacer menor tiempo ), el yoga invita a la interiorización, al reencuentro con el cuerpo. Lentamente, del reencuentro con el cuerpo se llega a la interpretación de sus señales. El cuerpo te lo dice todo: lo que te hace bien y lo que no. En ese camino, vas tomando cada vez mejor conciencia de todo, te hace paso a paso lo mejor que puedes llegar a ser: tu mismo.
Cambio y fuera,
Leo.
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