Todo comenzó hace algún tiempo en El Campus. B nos invito a hacer yoga. A mi me pareció lento, pues estaba acostumbrado a un tipo de ejercicio físico mas dinámico ( fútbol, natación, ciclismo ). Poco a poco me fui adaptando al ritmo del yoga. Luego tome clases con un maestro y de ahí en adelante me convertí en autodidacta del yoga.
Paso el tiempo y yo seguía con mi práctica de yoga de 4 o 5 sesiones por semana. Por esas jugadas de la vida, conocí al instructor de yoga y pilates del gimnasio Las Pilas. Posteriormente me invitaría a reemplazarlo en el gimnasio, pues tenía que hacer un viaje. El reemplazo inicialmente fue por una semana, que se prolongo por dos y luego sumo un total de seis meses continuos. Fue una experiencia enriquecedora. Conocí mucha gente, compartí mi saber de yoga con entrega y con gusto.
En el momento sigo practicando yoga, con la intención de introducirme en las posturas llenas de energía y balance del Ashtanga. Luego les comentare de eso.
Cambio y fuera,
Leo.
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