Ese es el nombre que le he dado al lugar en que habito. Se trata de
un espacio de menos de 30 m2 con una división que origina un espacio
para el dormitorio y otro para la cocina. Los servicios sanitarios y
de ducha se encuentran en otro modulo independiente, tal como suele
suceder en la zona rural. La disposición de los servicios sanitarios
me parece muy conveniente. Si al entrar al sanitario produces un
concierto de rock o una atmosfera de botadero de basura, no hay
problema, ni el dormitorio ni la cocina se verán afectados. Eso me
hace recordar el cuento del hombre de orto supersonoro.
sábado, septiembre 05, 2015
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